¿Sabes qué es la bonificación en el IRPF? Descubre cómo puede reducir tu próxima declaración

El término bonificación en el IRPF suele generar cierta confusión, ya que en la fiscalidad española este concepto no existe como figura propia y diferenciada dentro del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Sin embargo, lo que popularmente se conoce como “bonificación” hace referencia a los distintos mecanismos y herramientas legales disponibles para reducir el importe total a pagar en la declaración de la renta. Estas reducciones pueden tomar la forma de deducciones, reducciones o exenciones, y su correcta aplicación puede suponer un importante ahorro fiscal cada año.

¿Cómo funciona la estructura del IRPF en España?

El IRPF es un impuesto directo y progresivo que grava la renta mundial de las personas físicas que residen en España, entendida como la totalidad de los ingresos obtenidos a lo largo del año natural tanto por trabajo, actividades económicas, patrimonio, alquileres o inversiones. El sistema es progresivo porque cuantos más ingresos se obtienen, mayor es el porcentaje que se paga, siguiendo unos tramos impositivos:

  • Ingresos hasta 12.450 euros: 19%.
  • De 12.450 euros a 20.200 euros: 24%.
  • De 20.200 euros a 35.200 euros: 30%.
  • De 35.200 euros a 60.000 euros: 37%.
  • De 60.000 euros a 300.000 euros: 45%.
  • Más de 300.000 euros: 47%.

La cuota final de IRPF, es decir, el importe a pagar, no depende únicamente de la suma de los ingresos, sino del resultado de restar a esos ingresos una serie de reducciones y deducciones que permiten rebajar la base imponible o la cuota íntegra del impuesto.

¿Qué se considera “bonificación” y cómo puede reducir tu IRPF?

En el argot fiscal, las personas se refieren a “bonificaciones” cuando se aplican estrategias o beneficios fiscales destinados a minorar la base imponible o la cuota líquida del IRPF. Esto se consigue a través de:

  • Deducciones estatales y autonómicas: Por inversión en vivienda habitual, por alquiler, por nacimiento o adopción de hijos, por donaciones, inversión en energías renovables, vehículos eléctricos, entre otros.
  • Reducción por aportaciones a sistemas de previsión social: Por ejemplo, los planes de pensiones reducen directamente la base imponible general.
  • Compensación de pérdidas patrimoniales: Si el contribuyente ha tenido pérdidas en inversiones, puede compensar las mismas con beneficios obtenidos.
  • Rendimientos irregulares: Algunos ingresos se consideran irregulares y tienen su propia reducción.
  • Aplicación del mínimo personal y familiar: Cantidad fijada legalmente que no tributa por destinarse a cubrir necesidades básicas.
  • Las exenciones: Determinados ingresos están exentos de tributar, como indemnizaciones por despido hasta ciertos límites.

Así, cualquier mecanismo que permita reducir la base imponible o descontar importes de la cuota resultante supone, de facto, una bonificación en la cantidad a ingresar o el incremento de la devolución en la declaración anual.

Estrategias legales y planificación para optimizar la “bonificación”

Para lograr reducir el importe final del IRPF, es esencial conocer y aprovechar todas las posibilidades legales:

  • Planificación fiscal: Adelantar o diferir ingresos y gastos, ajustar retenciones y anticipar aportaciones a sistemas de previsión social antes del cierre del año fiscal permite optimizar la declaración.
  • Aprovechar beneficios de las Comunidades Autónomas: Cada una ofrece deducciones particulares, como por adquisición de primera vivienda por jóvenes, nacimiento o adopción, inversión en eficiencia energética, gastos educativos o cuidado de ascendientes.
  • Donaciones y ONGs: Las aportaciones solidarias pueden deducirse porcentualmente de la cuota estatal y autonómica, facilitando una doble bonificación.
  • Aplicar declaraciones conjuntas o individuales: En familias, elegir la mejor modalidad según las circunstancias personales suele ofrecer un ahorro relevante.
  • Utilizar el salario en especie: Complementos salariales como vales de comida, seguro médico o tarjeta transporte están exentos o tributan de forma ventajosa.

Una revisión exhaustiva de la situación personal cada año es fundamental para maximizar las deducciones y evitar dejar pasar oportunidades de reducir el pago fiscal.

Últimas novedades fiscales y tendencias autonómicas

Cada ejercicio fiscal pueden variar ciertos beneficios por cambios legislativos, tanto a nivel estatal como autonómico. En los últimos años se ha producido un fenómeno denominado deflactación del IRPF en diversas comunidades, adaptando tramos y mínimos personales al efecto de la inflación, lo que indirectamente reduce la carga fiscal para los contribuyentes sin una “bonificación” explícita, pero sí real en el importe a pagar. Consultar las novedades del IRPF de la Agencia Tributaria resulta esencial para conocer todas las oportunidades a tiempo.

En definitiva, aunque el término “bonificación” no es oficial en el IRPF como tal, aprovechar deducciones, reducciones y exenciones es la clave práctica para pagar menos impuestos cada año. Informarse sobre las novedades fiscales y realizar una planificación anticipada puede marcar la diferencia y permitir un ahorro notable en la próxima declaración de la Renta.

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